Más de 230 días han transcurrido desde que el actual mandatario asumió el cargo que le fue entregado por 9859 personas de las 85 617 que pueden hacerlo en Facatativá. A pesar de lo anterior el arquitecto Pablo Emilio Malo García ha dicho con firmeza que es el alcalde no solo de los que lo eligieron, sino de los cerca de 150 000 que estima él, habitan el ente territorial.


Sin embargo en la ciudadanía no se percibe ese optimismo que debería reinar hoy por hoy, a pesar del nombre que lleva el plan de desarrollo y derrotero del alcalde Malo, "Recuperemos a Facatativá", desde su campaña, aunque no se escuchan del todo voces en contra porque las hay. Las voces que se supondrían más inmediatas andan más en silencio respecto de lo que en campaña, y eso no es nada nuevo.

Las criticas más fuertes han surgido por el acompañamiento que tiene el alcalde Malo del Representante Sánchez. Se ha escuchado que hay dos alcaldías. También se ha escuchado que algunos cargo son favores políticos venidos de otros municipios, lo que fortalece la primera premisa. Al igual que hace cuatro años, cuando el entonces primer mandatario hacía alardes de transparencia y de lucha contra la corrupción, no terminó denunciando nada y, al contrario no goza de la mejor imagen como alcalde en la historia local, además de que empalmó su gobierno simbólicamente, pues el informe de empalme ha resultado más que a medias, y eso no lo ha dicho el alcalde actual, que viene muy tímidamente destapando errores, que a su juicio, cometió el alcalde anterior.

Pero el burgomaestre actual no ha escatimado esfuerzos al decir con vehemencia que él es el alcalde, el que responde legalmente por el municipio y pone la cara; que cada loro en su estaca y que no cambia en ningún momento funciones con otro funcionario elegido popularmente. Ha agradecido que el Concejo unánimemente le haya aprobado todos los proyectos de Acuerdo presentados, y ha pedido que lo dejen gobernar, yendo más allá y diciendo que el gobierno se hace entre todos. Ha sido tan certero en sus palabras que se le escuchó decir públicamente a sus detractores que se concentraran en su labores en la gobernación del departamento.

Y así mismo es como el alcalde viene contradiciendo su discurso y le ha hecho perder el optimismo que algunos le ha venido otorgando por encima del pesimismo que existe desde su elección misma. Desde este espacio se replicó que el alcalde le da confianza a sus asesores de despacho pero la muestra de confianza que algunos no han correspondido se ha visto reflejada en los cambios del gabinete, que debieron haber sido más, y sin embargo ya se escucha inconformismo en algunos de los mismos, al igual que en el gobierno pasado. Una de las preguntas en la calle, para los que andan pendientes del mandato, es si también en este cuatrienio habrán cambios cada mitad de tiempo.

El mismo alcalde Malo ha dicho que a toda parte que va, escucha las necesidades y le dicen que va bien, y en algunos se presenta como alcalde -porque algunos no saben que él es el alcalde-. Que gracias a ese equipo que tiene en su partido Liberal le ha permitido entablar sendas reuniones con cerca de 7 Ministros para abordar las problemáticas de Facatativá y que sin ese apoyo parlamentario sería muy difícil lograr una cita efectiva y eficaz con ellos.

El mismo alcalde Malo, a pesar de mostrar su interés de trabajar con todos, se molesta cuando se solicitan soluciones a, por ejemplo, la falta de coordinación en un área tan importante para todo dirigente político como lo es la de prensa, que a su juicio funciona bien cuando en las emisoras se escucha lo contrario. El arquitecto ha anunciado una serie de inversiones después de finalizado este año, producto de la excelente gestión que ha dicho adelantar, pero en la cual no se puede creer plenamente, con algunos detalles que sigue teniendo.

Muy posiblemente nadie duda de que un equipo que interceda en el alto gobierno más que importante, es necesario en este país, pero si de trabajar con todos se trata, el señor Javier Rico no hubiera conocido de los desplantes del alcalde Malo, que debería ser quien encabece la delegación que estrechará manos con el Embajador de USA en Colombia y que tratará como tema central, la problemática de los habitantes de calle, con posibilidades de conseguir una ayuda en este frente, que tanto necesita el municipio.

¿Trabajar con todos en general, o con todos aquellos que trabajen en mi equipo, señor alcalde? ¿Invitar al diálogo -que espera cierta emisora-, para molestarse ante las críticas constructivas? ¿Será que al plan de desarrollo, que necesita más de $30 mil millones para ser ejecutado el 100%, no le sirve ayuda extrajera, teniendo oficina de cooperación internacional, que a propósito, aún no muestra resultado y allí no hubo cambio?

Por lo mismo es que la calificación que se da en muchos lugares del municipio sobre esta administración es regular. Y eso es bueno porque se esperaría más pesimismo, mitines, protestas, etc, pero no. Con todo y eso tampoco se cree que se vaya a "recuperar" la "ciudad" con una actitud tan selectiva, pues, si de eso se tratara entonces parecería que se recupera más bien la "ciudad" para el interés de algunos. 

Facatativá necesita cohesión, es cierto, pero a todo gobernante le hace falta algo de sensatez, más oído y más ayuda. Y así mismo voluntad para entender que nadie mejor para hacer el primer círculo del equipo que con los de la "ciudad", con los que viven acá, sienten las problemáticas y tienen sentido de pertenencia. Pero confiando en gente de otros municipios, solventando deportivamente las observaciones, dando la espalda a manos que quieren construir por este municipio como el señor Rico -que no es único desplantado-, es muy difícil recuperar por lo menos la confianza. La confianza -que han destruido los alcaldes de Facatativá- es lo que permite que un mandato, no quede a medias, porque la falta de confianza, refleja las problemáticas.